La vaporización; libertad plena y personal al alcance de nuestras manos
Fumar, ya es cosa del pasado. Hoy lo que realmente convierte a un hombre moderno en un ser libre y sin culpa, es la vaporización. La tecnología, el diseño y sus particulares beneficios, son los grandes aliados para hacer que hoy todos se atrevan a vivir la experiencia de vaporizar.
La escena es clásica. Casi como un mensaje onírico de nuestro propio inconsciente, muchos nos hemos visto soñando despiertos sentados en la cima de alguna montaña, en un día cualquiera, solos o junto a la compañía de un buen amigo. Con la excusa de buscarnos a nosotros mismos y de deshacernos de nuestros problemas, cuántos nos hemos planeado un viaje a la montaña, lo más lejos posible de la civilización, a fin de tener la oportunidad de conversar con el Creador (o con nosotros mismos). Y en ese imaginario periplo, que por lo demás muchos sí lo han realizado, es infaltable la ocasión para tender el mejor puente comunicativo con quienes nos ven desde las alturas del infinito, a través de un rito que por su propia esencia nos acerca más a quienes viven al otro lado del espejo.
Considerada como una forma habitual de acercamiento a las deidades, el fumar o ingerir ciertos elementos narcóticos, fue históricamente la gran puerta de entrada a otros mundos menos conflictivos, paraísos donde el hombre se despegaba de sus taras y vergüenzas y generaba un hilo de plata con quienes estaban en otros estados paralelos, a los cuales se les encargaba la misión de la entrega un consejo, guía o simplemente se les agradecía por lo logrado. Por miles de años se realizó este acto con la quema de algún producto, el cual se aspiraba y se dejaban cubrir por su humo. Hasta hoy.
Con la llegada de los tiempos modernos, la tecnología ha ido evolucionando la forma y fondo por el cual hoy podemos generar ritos comunicacionales similares a los que hacían nuestros antepasados, esta vez de la mano del diseño, la comodidad y sobre todo, la libertad de elegir el producto con el cual iniciemos dichas travesías. Esto es lo que ofrece hoy la vaporización, un acto simple y concreto, que termina con todo el pasado para sembrar el nuevo futuro de quienes ven en este simple hecho, el sumo de la esencia del ser humano: su libertad plena y personal.
¿Por qué vaporizar?
La vaporización cada día que pasa gana más adeptos. Méritos le sobran para ello. Por ejemplo, lo primero que se le viene a la mente a cualquier persona que haya tenido la experiencia de vaporizar un producto, es que lo hace sin peligro de ninguna naturaleza. No está su salud cuestionada, no se infringe ninguna ley o normativa y lo más importante, no “contamina” el espacio del vecino, ya que no produce las molestias e incomodidades al olfato que si suceden con el quemado de una hierba. Capítulo aparte es su capacidad de dosificación, dada especialmente por las características puntuales del aparato o equipo por el cual se realice la experiencia de la vaporización. Todos, logran controlar las cantidades del producto a utilizar, evitando así los sobreconsumos, un hecho que lamentablemente es incontrolable en la opción de la quema la hierba tradicional.
Al tener la libertad de elegir cómo podemos consumir un producto de la elección, la opción del vaporizado surge casi de forma instantánea. El secreto está en los indiscutibles beneficios con que hoy cuentan los vaporizadores, artefactos diseñados y fabricados para entregar la mejor experiencia al momento de optar por esta vía, ya sea en forma recreacional o médica. Construídos casi como piezas de ingeniería, los vaporizadores portátiles y sus hermanos mayores más pesados, poseen notorias cualidades al momento de su uso que los hacen indispensables al momento de emprender un camino de esta naturaleza. Poseedores de elementos comunes como son la silicona, boquillas flexibles, cuerpos compactos o amplios dependiendo del modelo, filtros de última generación y colores llamativos, los vaporizadores son el mejor aliado que se puede tener al momento, por ejemplo, de ir en la búsqueda de nuestra propia compañía.
Es por ello que poder hacer realidad lo que para muchos hoy sólo un sueño, ya no está tan lejano ni impracticable, si es que consideramos la posibilidad de cambiarnos de la nociva quema de hierbas a la práctica, sana y estimulante acción de vaporizar. De nosotros depende preservar la libertad de vaporizar donde queramos, sn cables, sin enchufes, sin pilas, sin humo, sin peligros para nuestra salud y lo más importante sin culpa alguna por hacerlo.
En Andes Vapor, estamos listos para ayudarte a hacer el cambio del pasado al futuro, conociendo la maravillosa experiencia de vaporizar. Permítenos poder ayudarte y ser tu compañía en ese momento donde allá arriba, en la cima de la montaña, puedas ser libre de verdad.