Rechazada y perseguida por siglos, hoy el Cannabis tiene la gran oportunidad no sólo de validarse como una real alternativa de uso médico, sino que además gracias a los nuevos formatos de consumo como es la vaporización, puede llegar a convertirse en una respetuosa forma de opción personal, que no colisione con el sentir de toda una sociedad.

Por todos es sabido que el Cannabis es considerado -para juicio de muchos en forma errónea- como la puerta hacia drogas más duras, transformándola en ilegal en la mayoría de las partes del mundo. Combatida, vilipendiada y socialmente rechazada, su uso durante décadas ha debido realizarse en forma subterránea o derechamente en contra de la ley en la mayoría de los países del mundo, estigmatizando a  quienes optaban por su consumo al mismo nivel de los delincuentes comunes, siendo blanco de persecuciones y ostracismo social, al punto tal que se apuntó con el dedo a millones de consumidores a quienes se les acusaba casi de subnormales por optar por dicha hierba.

Salvo honrosas excepciones de culturas más desarrolladas, donde se han brindado los espacios físicos y legales para el uso y consumo del cannabis en diversos formatos, son muchos los Estados que continúan generando anticuerpos hacia su uso, argumentando que su uso genera más taras y problemas que beneficios hacia quienes deciden consumirla. Eso, hasta ahora. Afortunadamente, el surgimiento de la llamada “cannabis medicinal”, ha logrado dar un giro importante a la imagen de esta hierba, gracias a los notables argumentos médicos e históricos, que se remontan a miles de años atrás, que han catapultado a esta vertiente del cannabis como una forma sana y balsámica de la lucha contra todo tipo de dolores.

La vaporización, el lado más amable del cannabis medicinal.

Mientras el debate sobre la legalización de la marihuana aún remece a todas las capas de nuestra sociedad, muchas personas y entidades siguen discutiendo con sólidos argumentos el valor del cannabis como tratamiento para diversas enfermedades. Con la creación de organizaciones pro defensa de los valores y beneficios del cannabis, especialmente en su faceta médica, la imagen de esta hierba está poco a poco cambiando en el inconsciente colectivo de las personas, hacia un lado más amable y en sintonía con el bienestar y salud humana, gracias a sus sólidos fundamentos médicos -ya visados por la comunidad científica- que la han convertido en una verdadera opción balsámica en lo que a mitigación del dolor se refiere, especialmente en pacientes que no se encontraban satisfechos o derechamente no encontraron en la medicina tradicional la solución para sus padecimientos físicos, y que en cambio gracias al consumo de la misma vía el vapeo, si lograron una respuesta y tratamiento eficaz para sus patologías.

Es que los argumentos actuales de los beneficios del cannabis como alternativa para uso medicinal son demasiados poderosos y evidentes como para soslayarlos. Con la aparición de nuevos formas de consumo, especialmente gracias a los vaporizadores, el consumo de esta hierba dejó de ser un tabú, para convertirse no sólo en una herramienta al servicio de la medicina, sino además para brindarle a quién decide por su propia voluntad disfrutar recreacionalmente de ella, una opción más segura, sana, privada, respetuosa del medio ambiente y además económica, lo que la distingue notablemente de la imagen oscura y delictiva que existía hasta el momento.

De hecho, en la historia del hombre ya existían datos que así lo avalaban y que hoy, gracias a este nuevo escenario y a una óptica menos castradora, resultan evidentes e irrefutables en su rol como terapia médica al servicio de quién sufre. Para muestra, un botón. He aquí siete datos históricos que sostienen la validez de del cannabis como una milenaria ayuda médica hacia el tratamiento médico y sus directas implicaciones con los pacientes:

Datos históricos:

1. El primer registro de la marihuana y su utilización como medicina proviene de la antigua China.

En 2737 AC, el emperador chino Shen Nong escribió un libro sobre la medicina que incluye al cannabis como tratamiento para muchas condiciones. De acuerdo con los textos chinos antiguos, se creía que la marihuana podía ser útil para el estreñimiento, la gota, el reumatismo y la distracción. Curiosamente, Shennong no sólo era un emperador sino también un reconocido farmacólogo de su época. Se dice que probó cientos de hierbas en sí mismo con el fin de poner a prueba su valor médico.

2. Los antiguos egipcios fueron los primeros en utilizar la marihuana como tratamiento para tumores.

Fayum papiro médico, un texto egipcio antiguo, se cree que contiene el registro más antiguo del cannabis como ingrediente en la medicina oncológica. Aunque poco se sabe acerca de los éxitos de los antiguos tratamientos para el cáncer de Egipto, esta hierba continúa recibiendo gran interés como una terapia contra el cáncer en la actualidad.

3. El cannabis fue utilizado como medicina veterinaria en la antigua Grecia.

Los antiguos griegos usaban cannabis para curar las heridas y llagas en sus caballos después de la batalla. La planta también se le dio a los seres humanos para una variedad de dolencias, incluyendo dolor de oído y la inflamación. Curiosamente, se cree que la práctica de la medicina/cannabis se ha extendido a los países árabes desde la antigua Grecia.

4. El cannabis medicinal se introdujo a la medicina occidental a mediados de la década de 1800.

En la década de 1830, un médico irlandés con el nombre de William Brooke O’Shaughnessy observó el uso del cannabis medicinal durante un viaje a la India. Después de estudiar sus efectos, introdujo la marihuana a los médicos en Inglaterra como un tratamiento para una amplia gama de condiciones, incluyendo espasmos musculares, el reumatismo, la epilepsia y el dolor. Como se publicaron los primeros informes de su eficacia, la popularidad de los medicamentos a base de marihuana se extendió rápidamente por toda Europa y América del Norte.

5. El nombre ‘indica’ se refiere al cannabis indio.

El nombre Cannabis indica se pensó originalmente por un biólogo francés en 1785. Jean-Baptiste Lamarck también estaba de visita en la India cuando observó una diferencia entre el cannabis cultivadas localmente y su primo europeo, el cáñamo planta. El Cáñamo Europeo era utilizado principalmente para fines agrícolas y era conocido en la época como Cannabis sativa. Lamarck decidió clasificar las especies indias por separado, dándole el nombre de Cannabis indica.

6. El cannabis se enumeran en la Farmacopea de Estados Unidos desde 1851 hasta 1941.

La United States Pharmacopeia (USP) ofrece una lista de productos médicos aceptables cada año, y el cannabis/ marihuana fue reconocido en muchas de sus primeras ediciones. Pero mientras que las preparaciones de cannabis / marihuana fueron ampliamente prescritos a finales de 1800, comenzaron a ser reemplazados por las drogas sintéticas durante el siglo 20. En los días previos y posteriores a la aprobación de la Ley del Impuesto sobre Marihuana 1937, la prescripción de cannabis / marihuana se convirtió cada vez más difícil y su papel prominente en la medicina occidental se olvida pronto. Fue retirado de la USP en 1942 y nunca ha aparecido desde entonces.

Fuente: www.azmarijuana.com

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